Son todos los valores culturales, sociales y políticos de tradición europea como modelos universales. Es decir es un prejuicio cognitivo, que supone la existencia de experiencias históricas lineales movidas por esquemas culturales fijos, correspondientes a los provistos por la historia europea, considerando a las trayectorias no europeas como formaciones incompletas o deformadas.
Al estudiar ambos conceptos, comprendemos que la implantación del eurocentrismo en América hace perspectiva de un conocimiento que considera que Europa y su cultura es el centro y motor de civilización. Esta implantación fue importante ya que empezaron a ver diferentes formas y regímenes de gobierno que dio gran impacto en América.
Así mismo a partir del siglo XV, los territorios y naciones indígenas fueron incorporados por la monarquía española a través del Descubrimiento y Conquista de América, formando parte de un proceso histórico más amplio denominado mercantilismo, dando lugar al Imperio español en América.
En el curso de la expansión mundial de la dominación colonial por parte de la misma raza dominante –los blancos (o a partir del siglo XVIII en adelante, los europeos)- fue impuesto el mismo criterio de clasificación social a toda la población mundial a escala global. En consecuencia, nuevas identidades históricas y sociales fueron producidas: amarillos y aceitunados (u oliváceos) fueron sumados a blancos, indios, negros y mestizos. Dicha distribución racista de nuevas identidades sociales fue combinada, tal como había sido tan exitosamente lograda en América, con una distribución racista del trabajo y de las formas de explotación del capitalismo colonial.
En 1495, los reyes católicos prohibieron la esclavitud de los nativos, pero Inglaterra y otras potencias impusieron sistemas de trabajo servil para los indígenas. Desde el inicio del asentamiento español en América, se crearon leyes para la protección de los habitantes indígenas, las primeras de la historia, y un concepto inaudito para esa época histórica. Sin embargo, en 1548, el papa Paulo III confirmó el derecho a tener esclavos, incluso por los miembros de la iglesia.
Consecuencias
· Pérdida definitiva de su soberanía.
· Desaparición de numerosas lenguas autóctonas y casi extinción de otras.
· Destrucción de las obras culturales de los pueblos originarios (textos, obras de arte, religiones, templos, ciudades, obras artesanales, monumentos, caminos, memoria, etc.).
· Inferiorización y desprecio por las culturas originarias.
· Desconocimiento de la naturaleza humana de los pueblos originarios al ser reducidos a la categoría de "encomendados" sometidos a colonizadores europeos, en el caso de la conquista española. En el caso de otras experiencias coloniales también fueron en muchos casos desconocidos como seres humanos con los mismos derechos que los europeos.
· La esclavitud: aunque algunos pueblos aborígenes practicaban la esclavitud, los conquistadores establecieron la misma de manera generalizada. Para ello fueron secuestradas alrededor de 15 a 60 millones de personas para ser reducidos a la condición de esclavos.
Factores que facilitaron la expansión:
- La relación estrecha entre la época clásica y la era del descubrimiento que comienza en el siglo XV.
- El conocimiento practico obtenido y registrados por los viajeros medievales.
- las técnicas de construcción naval y de navegación que se habían desarrollado a principios del siglo XV.
- Las numerosas fantasías y falsas expectativas que formaban parte inherente de los conceptos europeos acerca del mundo exterior.
Las repúblicas de la América del Sur son producto y testimonio vivo de la acción de la Europa en América. Lo que llamamos América independiente no es más que la Europa establecida en América; y nuestra revolución no es otra cosa que la desmembración de un poder europeo en dos mitades, que hoy se manejan por sí mismas…el salvaje esta vencido, en América no tiene dominio ni señorío. Nosotros, europeos de raza y de civilización, somos los dueños de la América. Juan Bautista Alberdi, quienes han pretendido mantenernos sometidos a los designios de los centros de poder, tanto en épocas coloniales como en estos tiempos de imperios, declaramos: con el ejemplo de Simón Bolívar, la valentía de nuestros hombres y mujeres que conformaron el Ejercito Libertador, reafirmamos nuestro compromiso con el Proyecto Bolivariano, nuestra indoblegable entrega a la lucha por la liberación nacional y por la construcción de la patria. Manifiesto antiimperialista en Defensa de la Patria Poderes del Estado Venezolano. Por fortuna se ha visto con frecuencia un puñado de hombres libres vencer a imperios poderosos. Simón Bolívar.
(Carta a Juan Bautista Irvine, agente norteamericano, 1819)
(Carta a Juan Bautista Irvine, agente norteamericano, 1819)







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